lunes, 16 de junio de 2008

Infinita locura

Mi primer escrito. Nació en 2005, a las 6 de la mañana, al pie de un tronco del muelle de Villa Gesell. Un rato antes, una bella ilusión que solo yo creí posible se desintegraba en brazos de mi mejor amigo. Los pocos espacios en blanco de la superficie blanca y arenada de un folleto publicitario de cuatriciclos soportaron los embates de una tinta azul, que en cada trazo se resistía a su destino. Así, las astillas de amor convirtieron en palabras el insoportable ruido que rebotaba en cada centímetro de mi cuerpo ejerciendo una especie de acupuntura indiscriminada.
Fue el primero. El que dio comienzo a este extraño placer oculto que hibernaba en mi desde hacía mucho tiempo. Fue el que me demostró que había un medio por el cual podía hablar sin voz y sentirme más escuchado, con más fuerza y plenamente libre. Estos sentimientos priman en cada una de las letras que, desde aquel entonces, he logrado juntado para darle forma a los momentos relevantes de mi vida.
Desde aquí, le agradezco a Infinita Locura por despertar esta locura que pretendo infinita.


Infinita locura

Nunca supe jugar bien al amor.
Mis fichas giran fuera del tablero
resbalando en tu corazón inalcanzable.
Y pierdo, otra vez pierdo.

Tan hermosa y viva estás presente,
te sueño mía y te despierto ajena.
Cruel placer del diablo hacerte morir en mi mejor puerto

El dolor que se siente cuando el fracaso llega al corazón
arranca el cielo del horizonte,
pinta silencios oscuros y extremos
demuele fantasías a golpes

¿Porque te pensé así si mi seguridad de vos
era un dibujo en el agua,
una flor en las nubes, el velo transparente
que separa la verdad de la mentira?

Nunca supe jugar bien al amor.
Siempre escapando al tirar el dado,
o revolviendo el plato como empachado
o buscando el ingrediente no recetado.

Igual te sigo imaginando,
cada vez más hermosa,
cada vez mas imparable,
cada vez más imposible.

Pero tú, infinita locura,
ahora estás lejos.
Muy lejos.

1 comentario:

Luz dijo...

Ahora si, me detuve a leer tus cosas...
Me gusta Ferka, me gusta mucho Locura Infinita.

Y eso de que todo empezó en un folleto de cuatriciclos me encantó!
El chabon se queria comprar un cuatriciclo y de repente se dio cuenta que le gustaba la literatura! jajajja
Es muy bueno...

un beso grande Ferka!
Nos vemos por ahí..

Luz.