domingo, 15 de junio de 2008

Creo en ti

Sos el viento intenso que corrió a tiempo
Sos el viento cálido que corrió a tiempo
Ráfagas de aire puro a tiempo

Sin saber de senderos, dibujaste uno
sobre la arena que rodeaba mis pies.

Creíste en un blanco convencido de ser negro
que recibía mudo e inerte los balazos del mundo
pegando fuerte y salpicando de dolor mi cuerpo.

Por eso:
No creo en dueños que no reclaman lugares.
No creo en selvas prolijas y estéticas, sin manchas, con sedas.
No creo en el amor invencible de un ombligo y una pelvis.
No creo en boquitas pintadas, ni en narices con suaves peñascos plásticos
Ni en ojos meteorológicos ni en cabellos añadidos

A Dios que no creo en ellos.

A Dios que crea en ti.

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