sábado, 19 de septiembre de 2009

Carta 6: Signos

Una incógnita. Aún lo eres, y lo serás hasta el último suspiro. Pensándolo bien, si estás o no, si vas o vienes, a estas alturas no lo se. Sólo te imagino subida al punto como si fuese la rueda de un equilibrista, pero sin rodar. Quietita ahí, arriba, mirándome, quizás preguntándome cosas que jamás escucharé. ¿Y el signo? ¿Quién sabe? Tal vez eres tu, pero no lo veo. Contigo nunca podré ser objetivo.
Una sombra me toca el hombro, pero no quiero darme vuelta. ¿Miedo? ¡Jamás! Ya aprendí que ser valiente no sale tan caro.
Tras mucho pensar (que gran mentiroso soy) giro rápidamente. Mi sorpresa, sorprendida, ve lo inesperado. Frente a mi, un signo de admiración me sonríe. (Para serles sincero, no se donde se ubica esa sonrisa. Al fin y al cabo es un palito flaquito, sin muchos ornamentos. Sin dudas, un gran fracaso para cualquier diseñador).
De pronto, un viento fantástico abre las ventanas de mi cabeza ¡Qué gran idea! ¡Me subiré a su punto para alcanzarte! ¿Alcanzarte? Una ilusión más. Una más por ti.

No hay comentarios: