jueves, 16 de abril de 2009

Mil me esperanzan

¿Cuántos sordos han podido oír rodar los suaves susurros que deslizamos por nuestras pieles en cada instante que compartimos?
¿Cuántos ciegos han podido ver la estela luminosa que nuestras almas dejaban al elevarse hacia el tierno cielo de las caricias?
¿Cuántos mudos han podido emitir sólo un gemido al ver cómo nuestras bocas emigraban hacia la tierra prometida, la tierra de los sueños más profundos?

¿Ninguno?... ¿Uno?... ¿Cien?… ¿Mil?...

Ninguno me sofoca.
Uno no me alcanza.
Cien me ahogan.
Mil me esperanzan.


¿Cuántas veces sentimos el sudor resbalando como un fresco manantial cordillerano?
¿Cuántas veces el viento pretendió quebrar las redes pegajosas que nos envolvieron?
¿Cuántas veces el tiempo se aburrió de esperarnos y se puso a tejer crochet como una anciana centenaria esperando la muerte?
¿Cuántas veces tus ojos rompieron los cristales burlones que apresaban a mis dudas?
¿Cuántas veces te quebraste en un tierno suspiro que se clavó en mi corazón como una flecha indígena manchada del veneno más maravilloso que pueda existir?
¿Cuántas veces soplaste ferozmente ráfagas de frío polar sobre las cáscaras de mi caparazón harto ya de ocultar amor como si fuera el pecado más infame del mundo?
¿Cuántas veces la soledad buscó seducirte con su insensible rostro de niña bonita?

¿Ninguna?... ¿Una?... ¿Cien?... ¿Mil?...

Ninguna me sofoca.
Una no me alcanza.
Cien me ahogan.
Mil me esperanzan.


¿Cuántas vidas hubiera esperado para verte llegar así de estupenda y que pisotees con tanta autoridad a las mercenarias malas mañas que jugaban conmigo?
¿Cuántas muertes disfrutaste sin alcanzarla verdaderamente?
¿Cuántas vidas hubieras esperado por morir así de fácil, así de valiente?

Ninguna me sofoca.
Una no me alcanza.
Cien me ahogan.
Mil me esperanzan.

1 comentario:

Nestor dijo...

Excelente Fer!!, me encanto, y lei solo este, que lo elegi al azar.
Nestor Andaloro