lunes, 20 de abril de 2009

Ando ganas

Me atacaron por sorpresa. Aprovecharon que estaba durmiendo en mi cama y me golpearon con una fuerza sobrehumana. Yo estaba dormido, pero no soñaba (costumbre, quizás). Se aparecieron paradas frente a mi lecho y me sacudieron como una manta tras un largo día de picnic.
Terribles en su accionar, me obligaron a levantarme y a sentarme en la compu para escribirte este mensaje. Salvajes como un león africano, no permitieron que me resista ni que inicie alguna defensa por mi supervivencia e hicieron lo peor que me pueden hacer para que me sienta el más indefenso: bloquearme mentalmente. Ronco de voz, les dije que vos seguramente estarías con tu familia, o con amigos y que eres libre de hacer lo que quieras, pero no quieren escucharme. Están dispuestas a todo. ¡Qué sinvergüenzas! ¿A vos te parece?

(Ahora que están discutiendo entre ellas, voy a aprovechar para decirte por lo bajo que esto va en serio. Sus voces trasmiten un fanatismo similar al religioso, ese mismo que no conoce de límites. Te lo advierto: a ellas no les importa si vos podés o estás con otras cosas, pero a mi si. No quiero molestarte o que sientas que ellas te fuerzan a hacer algo que vos no querés… ¡Uy! Ahí me miran de nuevo).

No me quedan opciones. ¡Me obligan a hacerlo! Ellas están aquí observando cada palabra que escribo, tachándome frases y corrigiendo algún mal tipeo (faltas de ortografía por suerte casi no tengo), y ante cada remoloneo intencional me amenazan con una golpiza si no escribo sus deseos.
Disculpame, pero no puedo más resistir más. Que sea lo que Dios quiera.

"Ando ganas de encontrarte"

No hay comentarios: